Japón: tradición y gastronomía
Japón es un país que siempre ha estado envuelto en un halo de misterio. Un país perseguido por su propia tradición; aquella que le hace mostrar ese exotismo con el que le observamos y admiramos desde nuestros occidentales ojos.
Su fuerte base tradicional se debe a que Japón estuvo aislado durante 7 siglos. Dicho período abarca desde el gobierno del régimen político del “shogunato” (S. XII), hasta la restauración de la dinastía Meiji, en el año 1.868.
La gastronomía, componente primordial de la cultura japonesa, también se vio afectada por estos cambios socio – políticos. Durante la Edad Antigüa, la mayoría de la cocina japonesa estaba visiblemente influenciada por la cocina china. La entrada del nuevo régimen imperialista, abrió en Japón una ventana hacia la cultura occidental. Se introdujeron nuevos alimentos venidos del extranjero, que los japoneses supieron adaptar, mezclándolos y desarrollándolos hasta hacerlos suyos.
Los ingredientes de Janatomo
El éxito de la cocina japonesa son sus ingredientes frescos, cocinados de una manera natural y la base de su gastronomía lo constituyen las verduras y el pescado. De ahí que se considere una de las cocinas más sanas del mundo. Por suerte, la cocina mediterránea utiliza una variedad inmensa de productos de la huerta y del mar. Gracias a la flota pesquera española que está repartida en todos los mares y Mercamadrid, en Janatomo el pescado fresco está asegurado.
Pero una materia prima fresca no es suficiente. La riqueza de la cocina japonesa la encontramos en las especias que la condimenta, que deben ser originarias de Japón. Eso es lo que la hace auténtica.
Pero estos condimentos no son tan fáciles de obtener, tal y como nos cuenta nuestro chef:
“ … Debido al proteccionismo de la EU o por motivos sanitarios (ingredientes no autorizados o reconocidos como aptos por la EU ) no todos los podemos conseguir y usar. “ Hitoshi
En cuanto al aceite utilizado en sus platos, Hitoshi lo tiene claro:
“ En cocina japonesa ni aceite de oliva ni de cacahuete. Si me preguntas por elección personal: !!!!!aceite de oliva virgen extra¡¡¡¡”
Pues eso…
El secreto está en el arroz y los fideos
El arroz es el equivalente al trigo y es el sustento principal de los japoneses.
No es ningún secreto que el arroz en Asia se cultiva de una forma distinta que en Occidente. En casi toda Asia su cultivo es en regadío y eso le hace diferente tanto en textura como en sabor.
Y es que para los occidentales la base fundamental de su dieta es el pan y aunque es cierto que el arroz “llena la tripa”, no es considerado un alimento principal. Lo usamos más como acompañamiento o guarnición. A un japonés el “socarrat” y la paella con el grano medio cocido es un imposible. Al igual que para un español, hasta hace muy poco, el arroz típico japonés le parecía un arroz pasado.
Los fideos son una aportación de la cultura china, que se ha transmitido al resto del mundo.En la cocina japonesa, además de los udones y el soba (tallarines de trigo sarraceno tradicionales), lo más representativo y exportado desde Japón es el ramen, uno de los platos japoneses que más triunfan últimamente. En este detallado artículo del blog Directo al Paladar encontrarás más información sobre este tradicional guiso.
El poder del dulce
En occidente la sal es básica a la hora de dar sabor a los platos. Y para compensar y equilibrar esas sensaciones obtenidas por el sabor salado de la comida es importante incluir el dulce del azúcar. Por eso existe una gran tradición e importancia de los postres en la cultura occidental.
Y Janatomo no se queda atrás en este momento final de la comida. Su carta de postres es una de las más variadas de la capital, siempre con ingredientes naturales.
Aquí encontrarás desde helados artesanos japoneses, pasando por una selección de las frutas más diversas, hasta llegar al famoso Taiyaki, un gofre japonés en forma de besugo que simboliza la buena suerte, relleno de pasta de judías rojas y acompañado de helado de té verde… Increíbles y maravillosas mezclas.
Y llegamos al momento Sake, donde Janatomo tiene mucho que decir… pero eso ya forma parte de otra historia.